TÉCNICO SUPERIOR EN ANÁLISIS FUNCIONAL DE SISTEMAS INFORMÁTICOS
El análisis funcional se enfoca en comprender el estado de una organización y sus procesos para interpretar el contexto del sistema e identificar las necesidades del negocio, definir el producto de software necesario, así como también proponer mejoras en los referidos procesos. Es un facilitador clave que actúa como puente entre clientes, usuarios y otros interesados y el equipo de desarrollo de software del cual forma parte.
Comprende tanto del lenguaje de los negocios como el técnico.
Su papel es actuar de interfaz entre los usuarios de la organización.
También tiene que apoyar el proceso de desarrollo de software, aclarando interpretaciones y precisando lo que hiciere falta, así como colaborar con su puesta en marcha, formulando guías, manuales y ayudas, así como eventualmente capacitando usuarios, procesos de cambio, como los que implica la instalación de un sistema de gestión. Proponer mejoras, especificar requisitos de software, redactar manuales y procedimientos, y apoyar la puesta en marcha de sistemas, actuando de nexo entre usuarios de la organización.
Desde el punto de vista ocupacional, su ámbito de desempeño es el de proyectos de sistemas informatizados, en los cuales trabaja, colaborando eventualmente con consultores y analistas del negocio, en la obtención de necesidades o requerimientos del sistema, en detectar oportunidades y sugerir mejoras en los procesos del negocio, en
definir los alcances del producto de software a desarrollar (en consulta con involucrados, el líder del proyecto y otros técnicos) y en elaborar las especificaciones de los requisitos, funcionales, no funcionales y de dominio, a cumplir por el software. Suele ser parte de un equipo de proyecto relativamente amplio (entre una media docena y quince o más personas) conducido por un líder del proyecto. Su papel es actuar de interfaz entre los usuarios de la organización, así como otros interesados en el sistema, cuyas necesidades debe precisar técnicamente y formular en un lenguaje utilizable por el equipo de desarrollo, a veces en consulta con arquitectos o líderes técnicos que deben tomar decisiones de diseño, y los desarrolladores que tienen que realizar los programas que pongan en práctica los sistemas diseñados.
Otra posibilidad es que actúe individualmente asesorando a pequeñas empresas sobre cómo mejorar sus procesos para adaptarlos a nuevas normativas o requerimientos del mercado o clientes, e identificar oportunidades de innovación para optimizar sus actividades o necesidades de información que conduzcan a cambios organizativos o informatización de sistemas.